Verdurazo contra el hambre y frente a un Gobierno que genera violencia

por Mariángeles Guerrero (Agencia Tierra Viva)
Fotos: Rodrigo Ruiz
10 de abril de 2024

El precio de los alimentos aumentó 90% en cuatro meses y no hubo una sola política en beneficio de las familias productoras. La Mesa Agroalimentaria realizó una actividad frente al Congreso y exigió medidas para paliar la crisis. “Las organizaciones respondemos con lucha en la calle", afirmaron. El Presidente celebró la represión en el centro porteño.

Cobertura colaborativa entre Agencia Tierra Viva y Revista Cítrica.


Suba del precio de los alimentos, quita de fondos para los comedores comunitarios, despidos de trabajadores y represión. A ese combo de políticas llevadas a cabo por el Gobierno nacional se sumó –en el cordón hortícola de la La Plata– un temporal que, a fines de 2023, perjudicó a 7.000 familias que producen frutas y verduras para el mercado interno. Ante la falta de acompañamiento estatal y una crisis que dificulta la vida y la producción en las huertas, desde la Mesa Agroalimentaria Argentina (MAA) respondieron con una acción en la calle (un "Verdurazo"), con el reparto solidario de los alimentos que producen y en reclamo de políticas para enfrentar la crisis.

Frente al Congreso Nacional (lugar de la medida), Juan Pablo Acosta, de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Tierra (UTT), explica que “el Verdurazo busca denunciar pero también exigir políticas para nuestro sector”. Y afirma: “Frente a las propuestas del individualismo y de que para salir adelante hay que pisarle la cabeza al de al lado, lo que proponemos es compartir, poner en valor la solidaridad y construir comunidad”.

A cuatro meses de la asunción de Javier Milei, la crisis en Argentina se acentuó: más de la mitad de la población se encuentra bajo la línea de pobreza y los alimentos en los barrios populares aumentaron, en el último cuatrimestre, un 90 por ciento. En ese marco, las y los productores de la agricultura familiar pensaron este Verdurazo como una forma de brindar apoyo a quienes sufren en carne propia las consecuencias del ajuste: a las y los trabajadores despedidos, a jubiladas y jubilados y a comedores comunitarios. Frente al Congreso, donaron 30.000 raciones de alimentos.

Acosta expresa el deseo de que la movilización realizada “sirva para encontrarnos y para ir unificando las luchas“ y argumenta que “el ataque es hacia todos los sectores populares y los actores del trabajo y también hacia la clase media”.

La Mesa Agroalimentaria se conformó en 2021 y está integrada por la UTT, el Movimiento Nacional Campesino Indígena-Somos Tierra (MNCI-ST), la Federación de Cooperativas Federadas (Fecofe), la Federación de Organizaciones Nucleadas de la Agricultura Familiar (Fonaf) y Bases Federadas. Estas organizaciones están integradas por familias que trabajan la tierra, grupos productivos y cooperativas que elaboran el 65 por ciento de los alimentos que se consumen en el mercado interno –entre frutas, verduras, carnes y productos con agregado de valor–. Pero además de trabajar en la elaboración de alimentos, también reivindican el comercio justo, la soberanía alimentaria y la agroecología.

 

La comida, cada vez más cara

Según un relevamiento realizado por el Instituto de Investigación Social Económica, Política y Ciudadana (Isepci), entre noviembre de 2023 y marzo de 2024, el precio de los alimentos subió un 89,6 por ciento en los barrios populares del conurbano bonaerense. “Una familia de dos adultos/as y dos hijos/as pequeños/as que en noviembre del año pasado (el mes anterior a que asumieran Milei y Caputo) necesitaba para adquirir sus alimentos básicos 183.000 pesos. En marzo precisó para cubrir los mismos alimentos unos 347.000. Un 89,68 por ciento más que antes de este gobierno“, detalla el informe.

Los resultados se obtienen sondeando los precios de 57 productos de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) en negocios de cercanía de los barrios populares de veinte distritos del conurbano bonaerense. Sólo en marzo, el rubro de "Frutas y Verduras" subió un 12,66 por ciento; los productos de almacén aumentaron un 14,7 por ciento y las carnes, un 6,31 por ciento. Desde que el actual Gobierno está en funciones, las frutas y verduras aumentaron 90,35 por ciento, los productos de almacén 101 por ciento y las carnes un 72,23 por ciento.

Ante la inflación que no cede y dificulta el acceso al derecho a la alimentación, el Gobierno responde con más violencia. Este miércoles, mientras se desarrollaba el Verdurazo, la Policía de la Ciudad de Buenos Aires (al mando de Jorge Macri) y la Policía Federal reprimieron otra protesta de organizaciones sociales que reclamaban alimentos. El presidente, Javier Milei, celebró en la red digital X (ex Twitter) las escenas de violencia en la Avenida 9 de Julio.

Ante este panorama, Acosta resume: "Si el alimento viene siendo un problema central hace rato, hoy con este Gobierno se hace más evidente. Se profundiza aún más la desigualdad y los problemas del acceso al alimento por parte de más de la mitad del país".

Como solución, el Gobierno propone la importación de alimentos. Al respecto, Acosta cuestiona: “Con cada alimento que importamos estamos importando trabajo de otros países. Es una competencia absolutamente desleal impulsada desde el propio Estado”.

Además, se amenaza con despedir a quienes acompañan a las familias productoras en todo el país, a través del Instituto Nacional de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (Inafci): “Más que cerrar, lo que había que hacer era fortalecerlo. Es la única política pública que estaba pensada para el sector de los pequeños productores y productoras del país“, considera. Y agrega que, con el cierre, se afecta directamente a la soberanía alimentaria y al trabajo de los pequeños productores. Para Acosta, esa decisión evidencia “una mirada de la agricultura desde el punto de vista de la exportación y del ingreso de divisas y una falta de interés en sostener la mesa de los argentinos”.

Zulma Molloja, vocera de la UTT, señala: “Luego de los fuertes temporales, que nos destruyeron todo, los insumos dolarizados se volvieron inalcanzables y, sumado a los tarifazos, a la apertura de importaciones de alimentos y a la devaluación de la moneda, nos resulta muy difícil seguir produciendo. El desguace de áreas claves de la agricultura familiar, como el Inafci, nos demuestra que la situación sólo va a empeorar”.

 

Cada vez es más difícil seguir trabajando en el campo

En diciembre, un temporal afectó severamente a las familias productoras del cordón hortícola platense, que inundó las quintas y generó pérdidas en los cultivos. Molloja califica la situación como "triste y lamentable", porque hasta el momento no recibieron ningún tipo de ayuda para paliar la situación. Agrega, además, que el Estado nacional mantiene una deuda con la organización debido a que aún no se pagaron bolsones de alimentos que fueron entregados a la gestión anterior.

Pese a cobrar sus productos en pesos, los insumos que utiliza la agricultura familias están dolarizados. Y también esos artículos registraron fuertes subas en el último tiempo. Molloja enumera que el nylon, que costaba entre 30.000 y 60.000 pesos, hoy sale 400.000 pesos; una bolsa de semilla que podían conseguir a 3000 pesos se fue a 60.000; el alquiler del predio pasó de 18.000 pesos a 120.000 y la luz aumentó de 60.000 a 200.000 pesos mensuales.

Acosta marca que también hubo inflación en dólares y que eso impacta en la compra de insumos cuyos precios están dolarizados. “Después de haber vendido la producción, no podés reponer los insumos para empezar la siguiente temporada”. La situación perjudica a los espacios de producción.

En ese contexto, las familias productoras comienzan a abandonar las quintas y a dedicarse a otros trabajos, como la construcción o la costura. Molloja apunta que ese éxodo aumentó en los últimos meses. "Muchos se han cansado y han decidido irse porque no llegaban a pagar el alquiler, y si no lo pagás, el dueño te echa. Y no te queda otra que irte a una tierra donde no existen caminos, escuelas o salitas de salud. Muchos hemos sacado créditos con un triple de interés para poder pagar el alquiler", relata. Y lamenta que aún el acceso a la tierra para quienes producen en ella siga siendo una deuda pendiente.

Nahuel Levaggi, coordinador nacional de la UTT, afirma: “Ante la desesperación de ver a tantas familias productoras abandonando las quintas, y sabiendo que no estamos en la agenda del Gobierno nacional ni de los medios hegemónicos, decidimos realizar un Verdurazo solidario para visibilizar nuestra problemática, reclamar políticas públicas para nuestro sector y exigir el pago adeudado por los bolsones”.

Además, en diálogo con Radio República, manifestó: "Hay familias productoras que están tratando de salir a buscar otros trabajos y eso significa menos hectáreas en producción de alimentos. Toda esta situación de los despidos y del ajuste genera un espiral descendente que achica el mercado interno y que va a terminar en una situación como la de 2001".

 

Ante el ajuste, organización y solidaridad

Choclo, acelga, espinacas, cilantro, albahaca, tomates: todo, al alcance la mano en la Plaza de los Dos Congresos. El lugar elegido para el Verdurazo no fue casual: "Hay un DNU vigente que le da herramientas al Gobierno para profundizar todo esto. Y es en el Congreso por donde está pasando hoy la agenda de la política y queremos que todo esto se escuche y resuene", destaca Acosta. Y agrega: “Las organizaciones respondemos con lucha en la calle, con más organización y el Verdurazo es una expresión más de esa lucha, pone el alimento en el centro de la escena y es una acción solidaria con el otro”.

En un contexto de aumento de la pobreza, quienes cultivan sin ningún apoyo oficial y en condiciones precarias de vida no dudan entregar los alimentos. "Para que este Gobierno, que dice 'sálvese quien pueda', vea. Nosotros venimos de una inundación y lo poco que hemos salvado nos alcanza para comer, pero ese jubilado, esa familia o esos niños no llegan a fin de mes. Aunque nosotros lo estamos pasando mal, estamos acostumbrados a llevar el alimento a la mesa de todos", señala Molloja.

Quizás una de las postales más recordadas del Gobierno de Mauricio Macri haya sido la represión del Verdurazo que organizó la UTT en febrero de 2019. Tanto entonces como ahora, se apostó por entregar gratuitamente lo producido. "Frente al hambre, este pueblo se organiza desde la solidaridad, para empezar a reconstituir un camino de políticas públicas y de propuestas, y para poner en la agenda de la política la necesidad de tener un mercado interno fuerte, con protagonismo de los pequeños y medianos productores", concluye Acosta.

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