“Todavía pueden hacer desaparecer a una persona”

por Mariana Aquino
18 de septiembre de 2017

A 11 años de la desaparición de Julio López, su hijo Rubén renueva su pedido: aparición con vida y castigo a los culpables. También pregunta por Santiago Maldonado. Y critica a Gendarmería, al Gobierno y a los medios de comunicación.

“No se puede explicar con palabras la ausencia de un ser querido. Hay días que no tenés ganas de seguir y seguís igual. Otros, aparece una noticia y salís corriendo, querés encontrarlo. Te dicen: ‘hay una pista, apareció un nuevo testigo’, y se te renueva la ilusión de encontrarlo con vida, o saber al menos qué le pasó. Y cuando te das contra la pared, tenés ganas de bajar los brazos, pensás: ¿para qué carajo estoy haciendo todo esto yo?  Pero no lo hacés nunca, la ilusión están ahí. Siempre, aunque pasen mil años, se renueva. Pasaron once años y estamos en el mismo lugar. Es triste y doloroso, genera bronca seguir reclamando lo mismo. Mi viejo no está y no tengo qué decir porque nadie me dice nada a mí. Pero sigo”. Rubén es el hijo de Jorge Julio López, el testigo clave que declaró contra Miguel Etchecolatz, y el 18 de septiembre de 2006 -un día antes de conocerse la sentencia al represor- desapareció, por segunda vez en su vida, esta vez en plena democracia.

Lo llamamos para hablar de López y la charla tomó otro cauce. Recordamos lo injusto de la ausencia de su viejo, que él lo sigue buscando y espera que la Justicia tenga la firmeza que no tuvo a la hora de cuidar a lxs testigxs en causas por crímenes de lesa humanidad. Elige hablar de Santiago Maldonado. Y la relación es inmediata: “En el caso de Santiago, el Estado fue partícipe de esa desaparición forzada. Espero que el gobierno no haya ordenado desaparecer a una persona. Si un agente de gendarmería cometió un delito, es grave también porque el Gobierno quiso cubrirlo”.

Hoy hablar de Julio López también es hablar de Santiago Maldonado. No por lo que dicen los sectores de poder, que desde el 1° de agosto minimizan la responsabilidad del Estado en la desaparición del joven en la Pu Lof de Cushamen. Sino porque a Julio López y a Santiago Maldonado los desaparecieron los mismos de siempre. Por eso a once años de la desaparición de Julio, Rubén López habla de Santiago, del rol la Gendarmería, de la inacción del gobierno de Mauricio Macri y de la complicidad de los grandes medios de comunicación. “Creímos que ya lo peor había pasado. Y sin embargo, estas prácticas siguen entre nosotros. En democracia, los represores y las fuerzas de seguridad siguen con el mismo poder. Todavía pueden hacer desaparecer a una persona. Además, el caso de mi viejo trascendió en todos los medios desde el principio. El de Santiago, no. Los medios taparon la desaparición durante 40 días. Y cuando no pudieron hacerlo más empezaron a demonizarlo”.

La desaparición de una persona, la que sea, a Rubén lo conmueve de la misma forma. Por eso, no dudó un segundo en salir al cruce de todas esas voces que, con miserable liviandad, usaron el  nombre de Julio López para restar importancia a la ausencia de Santiago. Pide por la aparición con vida del joven de 25 de Mayo. Lo pide con la misma convicción que desde hace más de una década pide por su padre.

“Sé por lo que pasa Sergio. Trata de ser respetuoso y responder a todos, de no quebrarse en este momento y estar atento de lo que hace el Gobierno y la Justicia. No es fácil. Por eso tenemos que acompañar a la familia Maldonado. Hay que decirlo una y mil veces: Santiago Maldonado está desaparecido. Yo sigo pidiendo por mi viejo. Pero también quiero la aparición con vida de Santiago; quisiera saber de Miguel Bru, de Iván Torres, de Marita Verón, de Maria Cash. No quiero más desaparecidos en esta democracia. Mi viejo nos marcó el camino a seguir y demostró siempre el compromiso con sus compañeros de lucha. Y yo trato, desde mi humilde lugar, de hacer algo para que todo lo que está mal cambie”.

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