El arte independiente

por Agencia NaN
14 de julio de 2014

Qué significa. Qué es ser independiente en la Argentina.

Hace historia Gabriela Romero, vicepresidenta de Coreógrafos Contemporáneos Asociados Danza Teatro Independiente (Cocoa Datei), que se formó en 1997: “El arte independiente existe y ha existido siempre”. Pero la independencia no tiene un único camino de llegada. A partir de la insistencia desde el escenario y debajo de él, tanto Cocoa Datei como La Federación de Teatristas Independientes Bonaerenses (Fetibo) consiguieron legislaciones que sinceran al Estado en eso de que la cultura no es un “gasto” y que respaldan sus actividades. Por su parte, los músicos, desde la misma década previa al inicio del siglo, abrieron focos rebeldes en distintos bares y espacios culturales por reivindicaciones particulares que los terminaron de unir en 2000. Con la costumbre de andar solos, los músicos asociados a la Unión de Músicos Independientes (UMI) realizan un aporte para no depender del Estado o partidos políticos y rompen el unitarismo de la mano de la Federación Argentina de Músicos Independientes (FAMI), para avanzar en convenios y legislaciones, como la lograda inclusión en la Ley de Comunicación Audiovisual de una cuota de emisión en las radios comerciales.

Después de la crisis económica, social y cultural de 2001, se generaron nuevos caminos hacia la independencia. Ese mismo año, la Feria del Libro Independiente y Autogestiva (FLIA) dio sus primeros pasos como contraferia de la meca editorial comercial, pero giró rápidamente a identidad propia, “al ver que existían muchos escritores que se auto-editaban mediante las nuevas tecnologías, y empezó a crear canales propios de edición, difusión y distribución”, relata Diego Arbit, uno de los primeros integrantes de la feria de organización horizontal y asamblearia porteña que alcanza, por decisión de grupos de entusiastas autóctonos, las plazas y las calles del Conurbano, La Plata, Paraná y Rosario, por ahora.

Las nuevas tecnologías no sólo permitieron a los escritores autoeditarse. A través de Internet, la comunicación multiplicó los canales y puso en crisis el discurso hegemónico. Seis fotógrafos estaban en las calles alimentando nacientes medios como Indymedia y Acción Fotográfica Elipsis. Con la riqueza de aquella experiencia de fuerte impronta militante, en la que la fotografía era una herramienta de lucha, crearon la cooperativa Subcoop (SUB) en 2005. “Nos juntamos con la idea de armar una ?agencia? que nos respete ideológicamente y que sea, a la vez, una salida laboral. El desafío era poder resignificar el trabajo y darle a ese espacio laboral una práctica en la que cupieran nuestros ideales y postulados de lucha”, resume Nicolás Pousthomis, integrante del colectivo.

A partir de historias dispares que llevan entre un lustro y más de una década en búsqueda de una manera distinta de ingresar a la rueda del arte, NaN aprovechó este nuevo aniversario de la Independencia para preguntar de qué hablamos cuando hablamos de “arte independiente”.

-¿Este tipo de arte es hijo del 19 y el 20 de diciembre de 2001?
Diego Arbit (FLIA): -A partir de 2001, surgió un movimiento asambleario que fue más allá de las uniones artísticas, en el que somos muchos creando con solidaridad y respeto al otro, pensando en que nos vaya bien a nosotros y al de al lado. Mientras, la economía continúa concentrándose. No nos solidarizamos con un pensamiento burocrático ni esperamos una ayuda del Estado sino un trato entre pares. Y más que un mercado solidario se genera un circuito de creación, debate, nuevas ideas y formas de convivir.
Gabriela Romero (COCOA): -”El 19 y el 20 de diciembre provocaron una revuelta: nada tenía rumbo. Esa sensación social generó la necesidad de “hacer y pertenecer”, ya que ningún imaginario social -”gobierno democrático, dictatorial, “personaje salvador” -” nos decía qué iba a pasar. Entonces, ¡aparece la creatividad! La necesidad de participar y trabajar en conjunto. El arte es un muy buen vehículo para canalizar situaciones. Creo que por eso surge esta movida de arte independiente, por necesidad de expresión.
Nicolás Pousthomis (SUB): -”Esas fechas generaron conciencia. Se desataron mecanismos de autodefensa que dispararon en la sociedad deseos de solidaridad, de apoyo mutuo, de implicancia política y de unión. Surgió felicidad en la lucha y el sentimiento de que había que tratar de cambiar no para sacrificarse sino buscando el placer, la satisfacción y el bien común. Nos sentimos parte de ese proceso histórico y de su herencia. También de las revueltas de Seattle, del Tucumán Arde y de experiencias de arte político o movimientos sociales anteriores. Creemos que el arte es diversión, política e independencia, por naturaleza. Cuando empieza a ser “independiente” ya suena a calificativo que se dan los medios de comunicación como TN o Clarín.
Diego Boris (FAMI): -”Algunos músicos veníamos intentando la “aventura individual”, el camino alternativo, diez años antes de 2001, a partir de diversos disparadores. En mi caso, mi hermano, también músico, estaba en una compañía discográfica y por un problema contractual lo dejaron sin grabar. Cuando vi que un gerente tenía derecho a decidir cuándo ibas a grabar, cuál era el tema de difusión y cómo iba a ser la tapa del disco, me di cuenta de que por ahí no pasaba la construcción de un proyecto musical.

-¿Por qué se consideran independientes?
FLIA:
-”En la FLIA no hay un conductor. Participamos todos. Incluso los que ponen su puesto terminan trabajando a la par de los que estuvieron organizando. Tampoco la difusión está centralizada: todos los participantes de la feria difunden, incluso el público. Es una fiesta hecha entre todos. Si no fuese así, la FLIA no existiría. Independientes somos todos desde que somos adultos. Cada uno sabe lo que hace y por qué lo hace. Hay un mercado nuevo que se mueve de una manera distinta, que no busca ser aceptado por un gobierno o por una marca de gaseosa para vivir su arte. No buscamos subsidios del Estado ni de ningún grupo privado. Nos autogestionamos.
FAMI: -”En el músico independiente hay un impulso que va más allá de toda ecuación que lleve implícita sólo el lucro y es la necesidad de comunicar un contenido artístico que rompa con cualquier punto de equilibrio económico, que como contrapartida da la posibilidad de ejercer la libertad artística. No es independiente todo aquel proyecto que no priorice la búsqueda del ejercicio de la libertad artística.
COCOA: -”Somos libres de decidir sobre nuestras producciones, sobre las temáticas y las estéticas a utilizar y sobre dónde deseamos y logramos representarlas. No pedimos pertenecer a ninguna moda. Nuestros festivales son muy abarcativos. De hecho, en los festejos de los diez años de la asociación no hubo curaduría. Para ello, trabajamos en conjunto con otros colegas y aprendemos a lograr cosas para el sector y la asociación. El rumbo lo decidimos democráticamente quienes conformamos Cocoa. Eso es ser independiente. No serlo es no cuestionarse, hacer lo que otro quiere, acatar órdenes sin consenso y debate previo.
Gabriel Melluso (FETIBO): -”En el escenario, el teatrista independiente no depende del Estado, de una empresa ni otro organismo que pueda dictarle una orientación a su trabajo. La mayoría del teatro que se hace en el país es independiente, tanto las salas como los grupos y los festivales. Existen subsidios del Estado a la producción, producto de las leyes para teatros nacionales y provinciales, pero ningún subsidio condiciona qué es lo que se dice desde el escenario.
SUB: -”La palabra “independencia” no nos gusta para hablar de movimientos culturales. Cultura “alternativa” o “contra-hegemónica” son otros calificativos que ponen un “otro” como referente. Ese “otro” funciona como oposición y termina por limitar el campo de valoración propio. Por eso, desde SUB, decidimos que no teníamos que mirarnos en “otro” y que nuestra asamblea funcionaría como referente. La regla es no tener regla.

-¿Para considerarse independiente hay que circular por fuera del circuito comercial? ¿Qué rol juega lo autogestivo?
FLIA: -”Para ser autogestivo hay que invertir en tu producto final. La autogestión es hacer un fanzine con veinte pesos o ser (Steven) Spielberg y gastar cien millones de dólares en tu película. Lo autogestivo se puede dar dentro de lo comercial. Uno, como artista, hace sus productos aspirando a venderlos, no edita para perder plata; vive, pobremente, pero vive de su arte. La diferencia está en no pensar con qué perfil escribir para que te editen en las editoriales mainstream. De a poco, la gente elige las cosas donde hay menos cultura impuesta.
UMI: -”La autogestión es la forma que encontró la música, en nuestro caso, para poder desarrollar proyectos artísticos más allá de la lógica del mercado. La mayoría de los anticuerpos artísticos que generó la sociedad van de la mano de la autogestión. Por ejemplo, el músico puede elegir asegurarse los ingresos para cubrir sus necesidades básicas por fuera de su arte y saber que, más allá de los sobresaltos que pueda sufrir su carrera, no ata sus decisiones artísticas a alcanzar ese ingreso. El otro camino es involucrarse de lleno en la carrera musical, lo que permite una dedicación más plena a la actividad, pero puede condicionar la elección. En el terreno comercial, lo importante es que los artistas tengan las herramientas y la información necesarias para poder elegir lo más conveniente en cada momento de su proyecto musical.
COCOA: -”Recibir el respaldo del Estado o de una producción comercial no te hace una asociación comercial u oficial. Nuestros festivales, publicaciones y encuentros han sido, en su mayoría, subsidiados por gobiernos, embajadas y fundaciones. Sin embargo, todo lo que elaboramos fue aprobado tal cual lo pensamos y hemos invitado a los artistas y maestros que queríamos. Ningún organismo, una vez aprobado el proyecto, se metió ideológicamente en él. Muchos de nuestros artistas asociados también son contratados en organismos oficiales: el arte no es un River-Boca, es mucho más amplio. Cuantas más oportunidades haya, mejor. Hay muchos espectáculos independientes que triunfaron y pasaron a ser comerciales. El ganar dinero no implica dejar de ser independiente.
FETIBO: -”Hay muchos colegas que ofrecen sus productos en el circuito comercial, pero lo hacen desde una postura independiente, porque es su decisión dirigirse a determinado público con determinadas propuestas. Que las producciones sean independientes o autogestivas no quita que por su calidad, nivel de actuación, estén exentas de llegar al circuito comercial.
SUB: -”En un contexto capitalista, tenemos que ser competitivos y vender nuestra producción para poder darle a cada miembro del grupo un ingreso para vivir. Muy pronto se dio la discusión de si vender o no a los grandes medios de comunicación para poder, efectivamente, hacer sustentable el proyecto. Resolvimos que el contenido era tan importante como el destino. Que algunas grietas del circuito comercial podían ser aprovechadas y que el discurso se colaba sin perder sentido estando en otros espacios más “masivos”. Siempre hay que mantener un equilibrio entre lo que se presenta en el circuito comercial y otro más militante, pero pensamos que el estar o no estar tiene que ser consciente, por elección. Cualquier cosa que te pueda condicionar a la hora de crear o contar, limita.

-¿El concepto surgió para englobar las iniciativas que se paran frente a la lógica mercantil del neoliberalismo?
FLIA: -”La FLIA es muy plural y maduró en una forma de ser, además de en una forma de editarse y vender libros. En ella, aprendimos a ser solidarios y amigos. Aprendimos que no somos tan importantes de a uno, que entre muchos conseguimos cosas que solos posiblemente no, que siendo tantos haciendo una cosa puntual no nos puede parar nadie. Sobre todo aprendimos a ver las cosas en su justo lugar, sin esnobismos baratos. Trabajamos mucho para conseguir lo que queremos y lo hacemos a la par. Somos proletarios.
COCOA: -”Es claro que el conflicto empezó siendo económico, pero también nos mostró un claro desinterés de la población en la década anterior, que permitió que se degradara la educación, la cultura, la investigación y, principalmente, que se bifurcara la sociedad entre quienes más oportunidades tuvieron y quienes, por el contrario, quedaron atrapados en un mayor nivel de pobreza. Al despertarse la sensibilidad social, el concepto de solidaridad renace y el arte vehiculiza. Ahora hay mucha más gente haciendo arte. Es un movimiento importante, sobre todo para la juventud, a la que le da la posibilidad de expresarse y participar socialmente.
SUB: -”Más allá del marketing, hay un circuito de movidas culturales que se reconocen en relaciones autónomas y en prácticas comunes. Una red que une de manera horizontal a diferentes grupos que comparten una visión. Entre esos grupos no hay cabida para los negocios y prima el apoyo mutuo.

-¿Cuál es la relación del arte independiente y la colonización cultural, esa que proviene de la industria de las grandes potencias de occidente?
FETIBO: -”Desde el teatro, se busca contar nuestra realidad, nuestros conflictos, difundir nuestros autores, nuestra cultura. Pero en la dramaturgia también se difunden autores universales, porque no se puede hablar de colonización cultural desde el teatro. Se puede hablar de la exportación del “formato Broadway”, pero los clásicos no pueden ser considerados como “colonizantes” porque estamos hablando de literatura representada en un escenario. Sería como considerar “colonizantes” a Aristóteles, Kant y Confucio.
SUB: -”Nuestro lema fue durante años: “El ojo tiene que aprender a escuchar antes de mirar”. Sentíamos que para poder contar una historia era necesario entenderla bien y darle el protagonismo. Que no fuese el fotógrafo el que resaltara en los ensayos sino el tema tratado y el mensaje a comunicar. Hablamos a menudo de desaprender y descolonizar la mirada. Hay una estigmatización de la imagen que está presente en cada uno y contra la cual tratamos de luchar. Es una batalla que se da, en primer lugar, en uno mismo. Hay una identidad que se va forjando en la búsqueda de un discurso propio, un punto de vista que de a poco se transforma en un punto de partida.
UMI: -”A esta zona del mundo, la “gran” industria cultural globalizada le asignó un papel estético, pero el arte independiente viene a cuestionar ese papel, generando en muchos casos anticuerpos culturales. El verdadero arte independiente es el que se anima a discutir no sólo la estética sino también la lógica de circulación. Esa asignación que el mercado le hizo al arte está más relacionada con la necesidad de lucro desmedido. Para nosotros, el arte es un fenómeno más complejo y profundo que la necesidad de ganancia a cualquier costo.

Por Nahuel Lag
Fuente: NaN #3 (julio-agosto de 2011)

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