"Las personas discas no somos 'pobrecitos'"

30 de junio de 2025
Revista Cítrica

La periodista Verónica González denuncia los prejuicios que enfrentan las madres con discapacidad y la infantilización en el mundo laboral. Expone discriminación en salud, trabas burocráticas y pensiones insuficientes. Critica el incumplimiento de leyes y pone sobre la mesa la importancia de declarar la Emergencia en Discapacidad. Señaló el trabajo precario, los cupos laborales incumplidos y la exclusión digital. Con ejemplos personales, muestra cómo se falla en garantizar autonomía e inclusión. Su relato, como persona ciega, combina vivencias propias, leyes y un contexto crítico para nuestro país.

Verónica González, periodista ciega y activista por los derechos de las personas con discapacidad, denunció la exclusión sistemática que sufren quienes viven con discapacidad en Argentina. Pasó por “No es por Ahí”, el stream que llevamos adelante en la Ciudad de Buenos Aires en conjunto con el medio Posdata, emitido cada jueves desde las 20hs. 

González es una periodista reconocida por su labor en televisión y medios gráficos como una voz influyente en discapacidad, género y derechos humanos. Licenciada en informática y formada en periodismo de género, criminalística y criminología, comenzó su carrera en 2009 en el Canal 7, de la televisión pública argentina. Ha recibido premios nacionales como el Lola Mora en 2013 y fue invitada por la ONU al Foro Social de Discapacidad y Derechos Humanos en Ginebra, compartiendo su experiencia profesional sobre integración social y laboral.

“Así como el mandato para las mujeres fue siempre ‘maternar’, para nosotras, las personas discas, fue ‘no hacerlo’. Creen que no podemos cuidar. A muchas con discapacidad intelectual directamente les sacan los hijos. A mí, con gemelos, me decían: ‘Imposible que los críes sola’. Pero no es así, necesité apoyos como cualquier madre. El punto es que el apoyo debe amplificar tu autonomía, no quitártela”, explicó Verónica, destacando cómo los prejuicios afectan a madres con discapacidad.

Relató que incluso sus hijos han aprendido a responder al infantilismo de la sociedad: “Voy caminando con mis hijos y alguien les dice: ‘Cuiden a su mamá’. Mis hijos ya les contestan: ‘No, ella nos cuida a nosotros’. Me lo escucharon decir mil veces. La gente nos infantiliza, ven la discapacidad y asumen que somos dependientes eternas”.

En la entrevista, que la llevan adelante la activista travesti y creadodora de contenidos Gabriela Ivy y el periodista Nelson Santacruz, contó sobre la discriminación en hospitales donde muchas veces se exigen terceros “responsables” para dar el alta a personas con discapacidad que tienen hijos. “¡Es una locura! Como si no pudiéramos ser padres capaces. Esto viola la Convención sobre Derechos de Personas con Discapacidad, Ley 26.378, que garantiza igualdad en la vida familiar”, afirmó. Relató también el caso de una amiga con discapacidad visual que cría a su hija usando audios para las tareas y braille para la medicación, evidenciando que la falla no está en la capacidad de la persona, sino en un sistema de salud que no capacita a su personal.

En el ámbito laboral, González destacó las limitaciones de los talleres protegidos y el incumplimiento del cupo laboral en el Estado. “¿Sabés lo que cobran en talleres protegidos? $26.000 por 4 horas diarias. A un chico con discapacidad intelectual no le alcanza para nada. Su madre me dijo: ‘Trabaja un montón y no puede comprarse zapatillas’. El Programa Federal de Inclusión Laboral, Ley 25.689, existe, pero no se cumple”, señaló. Añadió que el cupo del 4% en la Administración Pública es un chiste: “Ahora dicen que ‘subió’ un 1,47%, pero solo porque despidieron a otros. Conozco casos de compañeros a los que hostigaron hasta que renunciaron. Eso no es inclusión”.

En medio de una persecución mediática del propio presidente Javier Milei en las redes sociales, y de Patricia Bullrich que reprime a las familias y personas discas frente al Congreso cada vez que hay manifestaciones, Verónica denunció auditorías inhumanas a personas con discapacidad que reciben pensiones: “A una amiga con autismo la citaron a una cola de 5 horas. Terminó en crisis. Y todo para ‘verificar’ si merece su pensión de $270.000. El decreto 432/97, emitido por Milei, usó términos como ‘idiota’, que se vieron obligados a cambiar. ¡Es del siglo pasado!” La periodista subrayó que la Ley de Emergencia en Discapacidad que se debate actualmente en los recintos del Congreso propone actualizar el nomenclador de terapias y aumentar la asignación de talleres a $120.000, algo que costaría solo el 0,2% del PBI, pero sigue sin implementarse.

También, entre mates, nos explayamos en materia de tecnología y accesibilidad. González explicó que las redes sociales y la inteligencia artificial pueden ser herramientas útiles, pero muchas veces son excluyentes. “Uso lectores de pantalla, pero cuando suben imágenes sin texto alternativo me excluyen. Una vez un funcionario publicó un gráfico clave sobre discapacidad en JPG. ¡No pude acceder! La Ley 26.653 exige accesibilidad web, pero pocos la cumplen”, dijo. Además, destacó que hasta el censo nacional falló en cuantificar correctamente a las personas con discapacidad, contabilizando solo ‘hogares con discapacidad’, lo que dificulta diseñar políticas públicas efectivas.

Con un tono crítico, la periodista recordó declaraciones de funcionarios que evidencian la persistente discriminación: “El otro día un diputado dijo: ‘¿Para qué sirven los discapacitados?’. Me recordó a la antigua Grecia, donde nos tiraban del Monte Taigeto. Hoy no usamos precipicios, pero con pensiones miserables, empleos negados y hospitales que nos ven como ‘casos’, la exclusión sigue”.

A pesar de los obstáculos, Verónica González reivindica la autonomía y los derechos de las personas con discapacidad: “Yo estudié informática, hice periodismo y crié gemelos. No somos ‘pobrecitos’. Somos cinco millones de personas exigiendo lo básico, que las leyes no sean papel mojado”.

Su testimonio evidencia la necesidad urgente de políticas inclusivas y accesibles en salud, empleo, educación y tecnología. Pero hoy parece que todo retrocede. Mientras la disputa interna por la Ley de Emergencia en discapacidad continúa, el Presidente ya anunció que vetará cualquier avance en el Congreso por considerarlo un “despilfarro”. Al mismo tiempo, si el Congreso vuelve a insistir aseguró que acudirá a la Justicia. Lo que sigue es una incógnita: cada vez es más caro comer, alquilar, los remedios y pagar las terapias o profesionales de cuidado para las personas discas.  Así están las cosas.