“El operativo más sanguinario de la historia de Brasil”
“Ya es considerado el operativo más sanguinario de la historia de Brasil”, advierte desde Río de Janeiro la periodista Michelle de Melo. Más de 120 muertos, cuerpos mutilados y una política de seguridad que Amnistía Internacional define como “una política de muerte” marcan la masacre en las favelas de Penha y Alemão bajo el gobierno de Cláudio Castro.
La masacre comenzó como una megaintervención policial en la zona norte de Río de Janeiro -principalmente en los complejos de la Penha y del Alemão- a fines de octubre. Según la cobertura de Mídia NINJA, vecinos y organizaciones describen un operativo prolongado y de alta letalidad, con hallazgos masivos de cuerpos en una zona boscosa cercana (Serra da Misericórdia) y relatos que elevan el número de víctimas muy por encima de las cifras oficiales: se mencionan más de 120 cuerpos y en otros medios internacionales señalan más de 130. “El gobierno de Cláudio Castro en Río de Janeiro ha convertido la política de seguridad en una política de muerte que debe cesar de inmediato”, dice una denuncia de Amnistía Internacional desde Brasil.
¿La justificación? El “desmantelamiento del crimen organizado”. Pero hay que desmenuzar el tema con mucha delicadeza para comprender cómo esta orden del poder Ejecutivo local se cruza con fascismo, estigma, racismo y odio. Ya hemos escrito en nuestra revista, por ejemplo recientemente con el triple narcofemicidio en Buenos Aires, cómo la militarización y la razzia no son soluciones reales para desmantelar al narcotráfico. La óptica de entender este flagelo, que mata a miles de personas en las favelas, poblaciones, villas de Latinoamérica, desde las balas y la sangre… no conduce a ningún lado.
En medio de la turbulencia, la periodista Michelle de Melo nos envió su análisis: “Ya es considerado el operativo más sanguinario de la historia de Brasil”, dice. Siendo viernes 31 de octubre del corriente año, Michelle constató unos 121 muertos, 113 detenidos y al menos 118 armas incautadas. “Tanto la Defensoría Pública de Río, como los mismos vecinos de ambas comunidades que fueron blanco de este operativo, afirman que la cifra puede ser aún mayor”. Los cuerpos todavía hoy siguen apareciendo en zonas aledañas. “Los mismos pobladores se están encargando de recoger los cadáveres, no hay operativos de seguridad para buscar a las víctimas. El discurso que defiende el Secretario de Seguridad Pública y de la Policía Civil es de que los pobladores están articulados al crimen organizado para modificar las escenas del operativo”.
La Fiscalía del Estado de Río anunció que realizará pericias independientes y envió técnicos al Instituto Médico Legal para garantizar identificación, examen de lesiones y verificación de las circunstancias de las muertes, ante denuncias de ejecuciones extrajudiciales y contradicciones entre versiones oficiales y testimonios vecinales. Las indagaciones siguen en curso y las cifras finales, y los informes técnicos, están pendientes de los resultados de esos exámenes. El caos es total, aunque desde Argentina los medios conservadores siguen diciendo que hay calma, que ya se han olvidado de esta tragedia.
“Además, las instituciones locales sugieren que fueron los mismos pobladores quienes han ejecutado determinadas acciones de tortura. Muchos cuerpos fueron encontrados decapitados o con miembros cortados, con cuchilladas en la espalda y tiros en el rostro. Lo que demuestra que se habían rendido cuando llegó la Policía”, indicó Michelle.
Las balas, los gritos, los llantos y la sangre fueron derramadas aproximadamente durante 17 horas. Este cruce de fuego entre el Gobierno de Río y el Comando Vermelho nos deja reflexiones en torno a las consecuencias de este tipo de acciones: "La extrema derecha sigue apostando a una guerra contra la guerra que tiene como eje central el enfrentamiento directo, armado, con el crimen organizado. Es algo que hace décadas se ha demostrado que no es eficaz para combatir su estructura. Se debería, por lo que se aprendió, utilizar mucho más actividades de inteligencia que puedan cazar cuál es el verdadero camino del dinero y desarticular sus vías para el lavado de dinero como para la compra de armamento".
Michelle nos describió que la línea federal de Lula Da Silva fue la creación de un sistema unificado de seguridad pública en el que los entes federales, estatales, municipales puedan intercambiar información para ejecutar operativos de inteligencia. “Por ahora algo que se está debatiendo mucho por aquí también, y es importante decirlo, es el supuesto narcoterrorismo. Esto tiene que ver con una articulación de la extrema derecha global orientada por Washington, en una especie de ‘Guerra a las Drogas’ de los 70 que ahora Trump lleva adelante como una excusa para intervenir Latinoamérica. Esto es, ni más ni menos, para en el futuro justificar una posible intervención”.
Esas lecturas políticas siguen latiendo en este momento. Las familias siguen llorando a las víctimas. Las imágenes recorren el mundo. La discusión en la escena mediática tiene muchos matices por derecha y por izquierda. Todavía es temprano para sacar alguna conclusión. Pero definitivamente este mensaje no es solo para los vecinos de las villas o favelas, no es únicamente para Río o para Brasil. Mucho más se mueve detrás y nos deja pensando que ahora, más que nunca, tenemos que estar atentos y en red en nuestra región.