Sofía Dieguez: “Hay una revolución de las infancias trans”
La Asociación Civil Mocha Celis del barrio de Balvanera fue premiada por Francia por su histórico trabajo con el colectivo travesti trans y no binario y por su enfoque inclusivo de la educación. Francisco Quiñones Cuartas, uno de sus fundadores, reflexiona sobre los logros que alcanzaron durante los 12 años de vigencia del Bachillerato Popular travesti trans.
* Por Francisco Quiñones Cuartas
Al Bachillerato Popular Mocha Celis lo fundamos hace 12 años con compañeras visionarias que hoy no están, pero que fueron fundamentales como Lohana Berkins y Diana Sacayán y este espacio no hubiese sido posible sin ellas. No podemos pensar esto de manera individual sino colectiva. Necesitamos apoyo para poder transversalizar estas políticas que estamos llevando adelante en educación para que de alguna manera en toda Latinoamérica se revierta ese promedio de vida de 35 años que hay en la población travesti trans y que la propia comunidad pueda generar conocimientos que ya tienen de manera autónoma.
Esta educación es la que queremos llevar adelante a toda Latinoamérica porque en todos los países la población travesti trans está siendo diezmada, de esa forma hemos perdido muchísimas compañeras y la educación es fundamental. Como decía Lohana primero para reclamar un derecho lo tenés que conocer y ese es nuestro trabajo también en la educación, más allá del título secundario, nuestro trabajo cotidiano como Asociación Civil es tener un abordaje integral que nos permita dar soluciones a las problemáticas cotidianas.
Lo que necesitamos es oportunidades laborales porque la población travesti trans no está pudiendo sostener el plato de comida diaria, en pandemia fue la primera que sufrió esta situación junto con la vulneración de sus derechos. La pandemia dejó al descubierto justamente una violencia estructural de hace muchísimos años que venimos denunciando en las organizaciones de LGTB, Sin políticas públicas y sin cooperación no se puede revertir esta situación.
La población travesti trans no está pudiendo sostener el plato de comida diaria.
Es necesario pensar también en las adultas mayores, por eso la ley de reparación histórica la tenemos que acompañar todas las organizaciones, porque esa comunidad que sobrevivió a la violencia policial en dictadura y al terrorismo de Estado no figura en ninguna de las estadísticas ni en el Nunca Más, porque las compañeras no están registradas. Muchas pasaron cinco o seis años de su vida entrando y saliendo de las cárceles por los edictos policiales que criminalizaron sus identidades y justamente el edicto decía que era un delito vestir las ropas del sexo opuesto.
En el Mocha Celis hablábamos de 40 años de democracia cis y recién van doce años de democracia para la población travesti trans, a partir de la Ley de Identidad de Género. Una ley que es una niña, que tenemos que acompañar para poder revertir la realidad de la comunidad.
En el Mocha Celis hablábamos de 40 años de democracia cis y recién van doce años de democracia para la población travesti trans, a partir de la Ley de Identidad de Género.
En la ciudad de Buenos Aires el 90% de la comunidad travesti trans vive en hoteles en una situación de pobreza estructural que tenemos que revertir, eso tiene que ser una política de Estado articulada con la sociedad civil y también con las universidades porque es fundamental esa educación, no solo hacia la población que tiene que educar a esta sociedad cis patriarcal, la mirada a travesti trans es para todas para todas, todes y todos, no deja a nadie afuera. Es ese transfeminismo que viene modificando todo y que hay que mirar con mucha más atención porque tiene formas, estrategias y cosas para decir.
Quienes están en los espacios de toma de decisiones tienen que escuchar e incorporar personas trans en sus equipos de trabajo y van a ver cómo va a cambiar toda esta mirada. Hay muchísimo por hacer no solamente por la comunidad travesti trans, sino a través de trans para la comunidad en general como lo hacemos desde Mocha Celis.
Me parece importante destacar el trabajo que estamos haciendo con Liliana Elsegood, secretaria de Extensión Universitaria de la de la Universidad de Avellaneda, la carrera de prótesis dentales y el ministerio de salud de la provincia -que brinda los consultorios y los profesionales odontólogos y odontólogas- que es garantizar prótesis dentales gratuitas para toda la población. Es un trabajo que se organiza entre tres áreas fundamentales como son la sociedad civil, la universidad pública y el Estado, en este caso, el Estado de la provincia de Buenos Aires.
A través de ese trabajo de Extensión Universitaria estamos creando espacios educativos en todo el país, como la apertura reciente de la Maite Amaya, una escuela secundaria con orientación en artes en Córdoba, la apertura en Chaco de una escuela secundaria para la población travesti trans y más de 20 espacios educativos en todo el país, que toman como referencia la Mocha Celis. Necesitamos que en todas las provincias haya espacios educativos y que podamos articular las realidades de cada lugar aportando este recorrido de 12 años y de esta manera poder llegar a más personas.
Cuando comenzamos esto, Lohana Berkins nos puso el desafío de que con que 15 personas trans se recibieran ya habría sido un éxito total, hoy son más de 300 compañeras y compañeros. El primer grupo de egresados y egresadas del año 2012 actualmente se ha incorporado como docente en el espacio educativo y forman parte de la toma de decisiones dentro de la asociación civil.
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