Incendios en Corrientes: monocultivos, arroceras y lobby por las pasteras

por Revista Cítrica
Fotos: Agencia Télam
22 de febrero de 2022

Renata Nicora Chequín, licenciada en Ciencias Biológicas e integrante de la organización Defensores del Pastizal, repasa las causas que originaron los incendios en la provincia. ¿Por qué no se evitaron las imágenes dantescas y el desastre ambiental que vemos hoy?

Por Renata Nicora Chequín

En Corrientes estamos teniendo unos días más que agitados, no sólo por los incendios que son noticia a nivel nacional sino porque estamos intentando organizarnos a nivel asambleario. Esto es nuevo para la provincia en el tema ambiental: nunca antes habíamos logrado poder unirnos entre las organizaciones socio ambientalistas. Hubo un intento ante la Ley de Humedales, pero esta es la primera vez que estamos trabajando con una intensidad así ante este escenario de destrucción masiva que sufrimos. 

Estamos convocando a la ciudadanía. Despertar la conciencia de correntinos y correntinas es todo un logro. Es una provincia donde parece que siempre estamos dormidos, pasan cosas gravísimas y agachamos la cabeza, miramos para otro lado y esperamos que se resuelva de alguna forma. Esto también se ve reflejado en la actitud del gobernador: a pesar de lo que decía al principio, las quemas no se solucionan solas 

Venimos viendo desde toda la vida la transformación de los ecosistemas naturales de Corrientes. Ecosistemas de los más comunes y abundantes que son los pastizales y los humedales. Esta transformación empieza a ocurrir por el avance de los monocultivos forestales, es decir del plantado de los pinos y de los eucaliptos; y también por la transformación de estos lugares en arroceras. Otra cosa que se hace es la explotación ganadera, sin embargo se podría pensar que con un buen manejo de la ganadería estos pastizales y los animales silvestres que viven en él podrían convivir. Es decir que no es lo mismo cambiar el 100% de un ambiente que modificarlo de alguna forma. El ejemplo es claro, si se planta un pinar el pastizal que hay debajo no existe más.

La transformación de los ecosistemas correntinos empieza a ocurrir por el avance de los monocultivos forestales: si se planta un pinar, el pastizal que hay debajo no existe más

No existen leyes que protejan a los pastizales y a los humedales. Ante estos ecosistemas los cultivos forestales tienen luz verde. No existen ni zonificaciones ni clasificaciones para su protección. Incluso hay fomento para el plantado de especies como pinos y eucaliptos. Actualmente existen un poco más de 500.000 hectáreas en la provincia y somos la provincia más forestada en ese sentido del país. Ahora por ley lo quieren aumentar a dos millones de hectáreas. Esto es gravísimo. Además de los motivos lógicos y obvios se quiere aumentar este tipo de plantaciones y la madera en si no vale nada. 

 
Extranjerización y pasteras

En Corrientes hay aserraderos pero no existe ninguna industria que le dé mayor valor agregado, entonces qué sentido tiene seguir aumentando la superficie forestada con este tipo de monocultivos. Según los productores de madera tampoco tiene mucho sentido enviar esta madera a pasteras de provincias vecinas por el costo de transporte. Muchas veces les resulta más útil económicamente quemar los restos de la poda de los pinos que llevar estos restos a otras provincias para que sean utilizados. 

¿Qué sentido tiene aumentar la superficie forestal? Esta ley va acompañada de otra que es la de la promoción de pasteras. Es decir que intentan justificar la instalación de una pastera sobre el río Paraná en la ciudad de Ituzaingó, donde ya está creado el parque industrial y ese sería el núcleo forestal de la provincia, con el argumento de que no es viable económicamente otro tipo de producción que no sea la de la pasta de celulosa. 

La ley de fomento forestal va acompañada de otra que es la de la promoción de pasteras y de que las tierras puedan venderse a extranjeros

En esta misma ley que promueve el aumento de la forestación a dos millones de hectáreas también se plantea la posibilidad de que se aumenten las tierras que puedan ser vendibles a extranjeros. Es la manera de poder cerrar este negocio de invertir en forestaciones y después vender a la misma pastera que se pretende instalar. Desde 2019 en nuestra organización, Defensores del Pastizal, estamos investigando sobre los monocultivos forestales pero también sobre los ambientes naturales de la provincia. 

Sabemos que lo fundamental va a ser cómo transmitir esta información. Por eso lo hacemos a través de infografías. Sí o sí el primer paso va a ser que el correntino y la correntina valoren los ecosistemas propios de la provincia y sobre todo los pastizales. Porque siempre se los ve a estos como algo que para que sea productivo tiene que ser modificado. Al tiempo también existe mucha ignorancia en referencia a la biodiversidad que pueda albergar un pastizal. 

En Corrientes tenemos varias especies en peligro de extinción. Son animales que están asociados estrictamente a pastizales. Es decir que si desaparecen los pastizales de Corrientes estas especies se extinguen. Me refiero a aves y mamíferos. Es por eso que es importante promocionar a los pastizales. Darles el lugar que se merecen. Que la gente los valore. 

 
Desiertos verdes

Solemos entrevistar a pobladores de parajes que están absolutamente rodeados de pinos. Tener el testimonio de primera mano de las personas que allí viven es distinto. Estos pobladores precisan que se difunda lo que les ocurre. Y no tienen una voz que se amplifique. Incluso no alcanza con llegar a la capital de Corrientes. Porque no funcionan las instituciones. Presentamos diferentes petitorios y solicitudes de información y quedan en la nada.

Hay que advertir que los monocultivos forestales, por más de que sean árboles y troncos con ramas y hojas, son un desierto verde. Son un desierto para la fauna local. Nuestro trabajo primordial es el de comprender y desentramar el tejido de las leyes locales y pasarle esa información a todos y todas.

Tras la formación de la asamblea nos dimos cuenta de que las personas estaban reclamando leyes que ya existían. O reclamando que se cree una institución que ya existía. Es gravísimo que estemos tan desinformados. Se trata de un trabajo desde cero en la provincia de Corrientes tratando de defender un ecosistema menospreciado. Nos cuesta muchísimo convencer a las personas para que se den cuenta que defender a los pastizales y a los humedales es tan importante como defender a un bosque. Buscamos contar e informar, y lograr esa masa crítica que pueda presionar al Gobierno. De otra forma no vamos a poder hacerlo. Necesitamos el compromiso y la concientización de toda la ciudadanía. 

Los monocultivos forestales, por más de que sean árboles y troncos con ramas y hojas, son un desierto verde

Por todo lo contado, a los incendios los vivimos con absoluta impotencia. Esto siempre fue responsabilidad del gobierno provincial, debido a que Corrientes es una provincia que utiliza el fuego a causa de la actividad de la ganadería. Y si estás más de 20 años promoviendo los monocultivos forestales que crean una cantidad de materia seca impresionante, el escenario final era más que evidente. Un factor adicional que contribuye a empeorar la situación es la quema de residuos en áreas periurbanas o rurales.

Los pinos no son especies nativas de Corrientes. Por lo tanto no hay organismos que puedan degradar la materia orgánica, por ejemplo, de las hojas que se caen. Cuando una persona camina por debajo de estos monocultivos se encuentra con colchones de estas hojas. Es evidente que son focos de incendios. No podés estar promoviendo este tipo de monocultivos forestales y no acompañarlo con bomberos formados y equipados. Es sencillamente una locura.

 
El agua corrida

Si bien estamos atravesando un fenómeno particular de sequía en la región, el escenario se agrava por el modelo extractivista. Corrientes es una provincia que claramente tiene mucha agua. Grandes superficies con esteros, grandes pastizales que son inundables durante la mayor parte del año, pastizales que son inundables durante una fracción anual. Es una provincia que está rodeada en un 97% aproximadamente por agua.

Sin embargo, en muchas partes del territorio se producen plantaciones de arroz y para poder hacer que funcionen se extrae agua de los ríos o de cuerpos de agua más pequeños. Además lo que se hace con áreas que ya están inundadas es manejar el agua mediante represamientos. Por lo tanto hay zonas que se secan y zonas que se inundan, y que quizá antes no eran inundables. 

Cuando una persona camina por debajo de estos monocultivos de pinos se encuentra con colchones de hojas. Es evidente que son focos de incendios

Además tenemos otro tipo de manejo –quizá productivo para la ganadería– para lo cual se drenan los campos canalizando el agua hacia arroyos cercanos. Eso genera inundaciones en pueblos y parajes. Hay un mal manejo del agua. 

La provincia de Corrientes se está secando. La están secando. A los monocultivos forestales se le suman estos drenajes para convertir a zonas inundables en tierras productivas. Están manipulando recursos naturales y modificando ecosistemas. Al no haber un relevamiento, un mapeo, una zonificación, una categorización de los humedales y pastizales, la situación es aún cada vez más grave.

Se va avanzando sobre lugares que creen que no hay nada, que son solamente tierra o agua, sin tener idea de qué es lo que se está destruyendo. La dicotomía entre producción y conservación no existe. El tema es porque no se produce sabiendo sobre lo que se está avanzando –como sí ocurre en la Ley de Bosques, donde uno sabe qué es lo que está destruyendo y qué valor tiene, y tiene que justificar ese cambio del uso del suelo–. Acá no es así. Acá se hace lo que se le da la gana al poder y al dueño de la tierra. El resultado está a la vista.  


*Licenciada en Ciencias Biológicas y miembro de Defensores del Pastizal, una organización ambientalista que está conformada por otrxs biólogxs, guardaparques, abogadxs ambientalistas y diseñadorxs. 

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