"Te vamos a pagar la mitad de lo que te corresponde"
por Saverio LanzaFotos: Juan Pablo Barrientos
29 de abril de 2019
No hizo falta que la medida de la Reforma Laboral haya pasado por el Congreso Nacional. Las empresas, como el Grupo Beltrán en la legendaria Dánica, ya llevan a cabo la mencionada explotación contra sus empleados y empleadas. Crónica de un desguace inhumano, auspiciado y promovido por el gobierno de Mauricio Macri y Cambiemos.
“¡Paremos la ola de despidos aceiteros con un paro inmediato de toda la Federación!”, exclaman los aceiteros. Y no es para menos. El sindicato se encuentra en estado de alarma y vigilia ante los despidos masivos en las plantas de Dánica en Llavallol y San Luis.
Es que los deshaucios fueron anticipados por la mismísima patronal del Grupo Beltrán, con la amenaza de presentar un Procedimiento Preventivo de Crisis. Lo insólito es que el mencionado Grupo hace apenas un par de meses que tomó las riendas de las plantas de Dánica y lo primero que hizo fue lanzar una rápida ofensiva sobre los salarios, las condiciones de trabajo, y la amenaza de despidos.
En la fábrica de San Luis se produce la mayonesa. En la de Llavallol, la margarina. La famosa margarina de aquella inolvidable publicidad en la que aparecía una niña saltando la soga.
“El viernes llegamos a las 5 de la mañana, y los primeros que estaban entrando se toparon con un escribano que nos daba un acta, que no estaba a nombre de nadie, y también con fotocopias en general, diciéndonos que íbamos a recibir -en el transcurso del día- un telegrama que, en realidad, sería una carta documento, diciéndonos que bajo el artículo 247 quedábamos informados sobre que la empresa ‘no contaba con tareas para brindarnos’. Ese es el motivo por el cual nos despidieron. Y además nos dijeron que nos echaron bajo este artículo y que ellos dicen que ‘hicieron esfuerzos’ para producir y no cerrar los puestos de trabajo, pero eso no es cierto”.
"Nos notificaron mediante un papelito pegado en la vitrina, sobre que íbamos a cobrar a través de un crédito bancario".
Así lo detalló Edith De Los Santos, empleada administrativa en la planta de Llavallol. Entró cuando tenía 25 años, y llevaba 27 en la empresa que ahora la echó con la excusa de que no tenía tareas para darle. “En mi caso puntual, al igual que en el caso de varios de los que nos despidieron, sí teníamos trabajo administrativo. La empresa, en verdad, no nos quería dar trabajo a nosotros porque estamos bajo convenio. Y no es que nuestra tarea ‘dejó de existir’; la van a hacer otras personas, que no están dentro del convenio”, explicó.
Todos los planteos del Grupo Beltrán fueron rechazados por la comisión interna y la asamblea de trabajadores de Dánica, y se mostraron dispuestos a enfrentar a la patronal que quiere imponer la reforma laboral dentro de la planta. Miguel Maiale, tesorero del Sindicato de Aceiteros, sostuvo que "ya habíamos notado alguna irregularidad con los salarios porque no habían pagado la quincena. Nos notificaron mediante un papelito pegado en la vitrina, sobre que íbamos a cobrar a través de un crédito bancario".
"Sabemos que esta situación, por parte del Grupo Beltrán, no terminará en estos 33 trabajadores despedidos en Llavallol. Seguramente van a venir por más despidos".
"Sabemos que esta situación, por parte del Grupo Beltrán, no terminará en estos 33 trabajadores despedidos en Llavallol. Seguramente van a venir por más despidos y también por una flexibilización laboral impuesta directamente dentro de la empresa. Es decir que lo que no pudieron imponer a través del Congreso, lo quieren imponer directamente adentro de las empresas", explicó.
"Nosotros queremos pedir la nulidad de estos despidos porque consideramos que incumplen con la ley de contrato de trabajo, despidiendo a más del 15% del personal que posee la empresa, sin presentar ningún procedimiento preventivo de crisis. Incumplieron también el artículo 245, que significa pagar la indemnización al 100%, y acá la quieren pagar al 50%", señaló.
Edith, por su parte, remarcó que “desde la empresa aducen una situación económica financiera que para nosotros no existe, porque hasta hace poco, el mercado del interior del país que la empresa anterior había abandonado, la nueva empresa ya lo está contactando o directamente ya lo contactó. En el interior se vendía muy bien la Dánica, ya sea margarina o la mayonesa. Hasta el 31 de enero nos pagaron puntualmente todos los sueldos. Ellos tomaron la empresa el primero de febrero y empezaron con los problemas, con el pago el primer mes, o la primer quincena, pagaron el 70%, y el 30 restante lo pagaron en lo que quedaba del mes, diciendo que no sabían cuando lo iban a pagar. Al mes siguiente nos pagaron un 50%, y amenazaron que no sabían cuando iban a pagar lo que restaba. Hasta hubo varias reuniones en la que ellos mismos nos dijeron sobre esta situación”.
“Pienso que son súper inhumanos, porque ellos nos reunieron a todos los empleados y nos dijeron que ellos querían recortar personal porque en Córdoba ellos trabajaban con poco personal, o que trabajaban con la mitad del personal que tenemos en Llavallol”, contó Edith.Y señaló que toda esta situación “tiene que ver con la flexibilización, porque no estar dentro del convenio significaría percibir un sueldo de entre 20 y 25 mil pesos, y hacerte hacer horas extras para que vos llegues a fin de mes. Entonces te tienen dentro de la empresa los siete días de la semana. Lo que buscan es que no tengamos representantes sindicales, que no peleemos por nuestros derechos, y a la vez manejar la situación de nuestros ingresos. Está claro que nuestros ingresos son el mínimo, vital y móvil que tiene una familia Argentina para vivir y llegar a fin de mes. Ellos están queriendo un empleado full time, que trabaje el tiempo que ellos lo necesiten, y sin pagarle horas extras, porque están convencidos de que te están haciendo un favor dándote un trabajo. Esto es lo que están haciendo con aquellos compañeros que están ahora fuera de convenio. Ayer -por ejemplo- los hicieron venir a trabajar un día que se encuentra fuera de convenio, como son los domingos”.
A pesar de que la industria aceitera acumula cada vez más ganancias por la exportación de granos, las empresas aprovechan la crisis económica para recortar y despedir. Actualmente corren peligro los 200 puestos de trabajo de la planta de biodiesel de Santiago Del Estero Viluco S.A. ya que la empresa pretende despedir a 117 trabajadores.
“Yo tengo 27 años en la empresa, y en este tiempo hubo dos dueños antes del grupo Beltrán: los dueños originales, los que fundaron la fábrica, y la multinacional BRF. Ellos nunca actuaron con tanta impunidad como lo hicieron estos, que en tres meses me dijeron a mí y a los demás despedidos: ‘A vos te vamos a pagar la mitad de lo que te corresponde, porque nosotros no nos podemos hacer cargo ni afrontar la deuda que tiene la fábrica’. Hace apenas tres meses que están, y en 27 años nunca nos pasó esto. Es algo increíble que estemos viviendo esta situación. En estos momentos, en la empresa pretenden darnos trabajo bajo las condiciones que quieren ellos y no con respecto a los derechos de los trabajadores y de los empleados”.
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