Pedagogía de la estigmatización

por Saverio Lanza
22 de noviembre de 2017

Un alumno del Instituto Militar Dámaso Centeno fue sancionado por hacer el gesto de la V de la victoria. En ese colegio, donde estudió Charly García, está prohibido usar pelo largo, barba y piercing. Y también expresar cualquier idea partidaria.

Pequeñas historias edifican las grandes realidades de una sociedad. Ese inmenso cúmulo de pequeños elementos que construyen las cotidianidades a las cuales los pueblos se acostumbran, o rechazan. Una de esas pequeñas realidades, que edifican ciertos puntos de inflexión diarios, ocurrió en el Instituto Social Militar Dr. Dámaso Centeno de la Ciudad de Buenos Aires.

Este establecimiento se convirtió en eternamente célebre dentro de la historia del rock nacional, por haber sido el espacio físico de gestación de Sui Generis, la legendaria banda liderada por Charly García y Nito Mestre. Si bien, en un principio, el Dámaso estuvo destinado a la educación y asistencia de huérfanos de militares y demás miembros de familias de esas carácterísticas en igual situación, con el paso de los años mutó, y hoy su alumnado --en la mayoría de los casos-- proviene de familias civiles no vinculadas con las fuerzas armadas.

En este contexto se dio el caso de Emmanuel, un alumno del último año, quien fuera sancionado por hacer un gesto con la mano --el de la V, con los dedos índice y mayor-- en un acto escolar. "Es un colegio que responde al Ministerio de Defensa. La autoridad máxima en el colegio es un coronel y ahora hay uno nuevo: José Collins, que a diferencia de coroneles anteriores, todos los días viene con uniforme militar. Antes los directores venían de civil", explica Emmanuel.

"Empezó a cambiar la mano: si bien siempre se sancionó a los chicos que tenían barba, antes les quitaban las sanciones, y ahora se las dejan. Ahora te sancionan por tener sombra. Yo tuve una sanción por llevar barba a principio de año. Este año hubo récord de sanciones por tener piercings. También hay sanción por llevar bufandas o ropa de otro color que no sean los del colegio, esto siempre fue sancionado pero era mínimo, tenía que ser  muy llamativo", detalla con el objetivo de contextualizar el régimen del colegio.

"El Centro de Estudiantes hizo un comunicado de disconformidad. A mí me sancionan por primera vez en octubre. Yo estaba dando un discurso que me había pedido el colegio, en el acto del fallecimiento del fundador, y cuando terminé, hice la V con los dos dedos, y me bajé del estrado. Al día siguiente me llega la noticia de parte de mi preceptor, diciendo que "desde arriba" le habían dicho que me tenía que sancionar, porque yo había cometido un gesto inapropiado, y era agravante haberlo hecho en el acto de los chicos del primario. Era un acto "no ejemplificador". Pero nunca se había explicado bien el motivo de la sanción. Se decía que se me sancionaba por hacer un gesto, pero nunca decía qué gesto. Por ende eso deja una interpretación muy abierta", explica Emmanuel.

"Mi viejo fue a pedir explicaciones y le dieron una nota donde dejan por escrito que a mí me sancionaban por hacer los dedos en V. Sinceramente eso quedó en la nada, y me fui indignado, pero preferí no hacer nada porque ya terminaba el año. Pero el miércoles pasado, mientras caminaba por el colegio, veo al director Collins y lo saludo haciendo el gesto con los dedos en V, porque lo hago siempre, y nunca había tenido problemas", narra Emmanuel.

"Esta fue la primera vez que tuve problemas. En 2015 yo llevaba boletas y nunca me sancionaron. En este caso hice la V, y el director me dice que deje de hacer esos gestos. Le pregunto por qué, y él me dice: 'Vos ya sabes por qué'. El jueves me llama el jefe de preceptores para decirme que tenía que hacer el descargo de una sanción. No entendía por qué. La sanción --a la cual no me dejaron sacarle fotos, a diferencia de la anterior--, decía que era 'por hacer gestos con significado partidario'. Entonces fui a hablar con el director, le planteé que le pedía disculpas si sentía que le había faltado el respeto, a lo cual él responde que yo violaba las normas porque en el colegio 'no hay expresiones políticas'. Y que yo me tenía que ajustar a las normas del colegio".

"Ahí le dije: 'Bueno', por eso no hice nada la otra vez, porque ahí estaba representando al colegio, pero en este caso ya era ilógica una sanción porque ¿cómo no puede haber expresiones políticas en un colegio? Es decir, yo individualmente tengo mis pensamientos políticos, y los demuestro en cualquier lado. ¿Cómo --en el colegio-- no lo puedo hacer? ¿Dónde dice que en el colegio no puedo decir qué pensamiento político tengo?

--¿Qué ocurrió después?

--Tras la discusión con el director, él termina aceptando. Le digo que los dedos en V tienen muchísimos significados además del partidario. Y me dice que, al tener mi pensamiento político tan público, los dedos en V me relacionaban directo con la política.

--O sea que el director resignificó el gesto a su parecer.

--Le dije: “Usted me está sancionado por las expresiones políticas que estoy haciendo". Entonces me dijo que sí, que era correcto. Le leí de inmediato la definición de persecución política, castigar y perseguir a individuos por sus ideas políticas. Él negó la persecución, y dijo que hacía cumplir las normas. Como él constantemente volvía a las normas, yo le leí la Constitución, y dos artículos de Derechos del Hombre. Artículo 19, donde dice que no puedo ser molestado por difundir mis opiniones, y el artículo 13, de Derechos del Niño, total derecho a la libertad de expresión.

--¿Y qué te dijo?

--Él volvía a hacer hincapié que el colegio se ajustaba a la ley de educación, que plantea que no puede haber política en el colegio. Dijo que también había otros chicos que hacían la V o decían "Viva Perón", y que él los iba a sancionar. En ese sentido sentido no estoy descartando hacerle una denuncia más formal al colegio, además de esto de hacerlo público en los medios.

--¿Siempre fue tan estricto el nivel de exigencia en el sentido disciplinario? 

--Lo de la barba y el pelo siempre se sancionó, ahora es más exigente. Antes iba a reuniones con otro director, con barba, y no pasaba nada. Con este director sí me sancionan. Antes lo de los piercings era más flexible, este año fue record de sanciones. Con el tema de la V hay muchos que me apoyan, y otros a los que les parece bien la sanción, porque dicen que --como es un colegio del ejercito-- “de eso no se habla”, o "eso no se puede hacer”.

--¿Cómo reaccionaron tus papás?

--Mi papá tuvo la iniciativa de preguntar por qué me habían sancionado, y consiguió sacarle fotos a la primera sanción. Siempre estuvieron del lado mío.

--¿Cómo sería tu futuro en el establecimiento?

--Estoy en el último año, ya termino las clases, ya estoy por egresar, así que no corro mucho riesgo de perder el año.

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