Ministerio de la felicidad

por Revista Cítrica
28 de febrero de 2017

Así se llama el espectáculo de La Redoblona, la murga “más degenerada” del circuito porteño, que cumple 20 años fiel a su estilo: “El carnaval no es solo broma, también tiene que servir para reflexionar”.

¡Bienvenidos sean, vecinos!

Vayan entrando al paraíso

fiscal...

Digo... terrenal

Así, en pleno retiro espiritual de Macri y su gabinete, comienza el cuplé de Ministerio de la Felicidad, el espectáculo de La Redoblona, uno de los más aplaudidos este año en el carnaval porteño. Un carnaval, oh casualidad, que tuvo la participación de murgas más baja de los últimos años y que el gobierno de la Ciudad promocionó poco y nada. Un dato lo dice todo: en el presupuesto para los corsos del 2017 en lo que más gastó la gestión Larreta fue en vallas.

Las preguntas de la periodista del diario El Cornetín que Macri evade o no puede contestar, el “bonito” de Prat Gay, el estribillo que se hizo hit (“Comodoro Py, Comodoro Py”), el kit de corte y confección para los “chiquis” que regala la primera dama o el “balea para mí” de Pato Bullrich son algunos de los pasajes más celebrados de Ministerio de la Felicidad, el espectáculo de este año, en el que la murga cumple dos décadas de trayectoria.

Estamos convencidos de que esta fiesta del carnaval es constructora de conciencia social. Pero desde la práctica, más allá de las teorías. Entonces en La Redoblona nadie hace su propia galera, sino que hacemos las galeras de todos. Cuando el murguista se viste con los colores de la Redoblona no es la persona que sale a la calle todos los días; es un murguista plural de la Redoblona.

Después de años de festejo, y de volver a las calles y recuperar los feriados, al Rey Momo también le va llegando la hora de la resistencia. “Porque el carnaval no es solo broma. También tiene que servir para reflexionar. De ahí que siempre criticamos y nos reímos de los que nos gobiernan, de los políticos que son para llorar de risa o de costumbres culturales que están arraigadas en nosotros y que son horribles. Se puede hablar en serio y con profundidad sin perder la alegría”. El que habla es Nacho Bertorelli, uno de los directores e impulsor de que las artes circenses se hayan sumado a La Redoblona, otra de las características distintivas de esta murga rioplatense y “degenerada”, como explica Paola Bertorelli, también directora de la murga: “Nosotros somos degenerados, no encajamos en un género determinado. No somos una murga uruguaya, porque tenemos baile y circo. Y tampoco cumplimos con los requisitos de las murgas porteñas tradicionales, con trajes de levita, guantes, galera y todo bombo con platillo. Nosotros nos maquillamos toda la cara y todos los años cambiamos el vestuario según la temática que elijamos. Pero igual nos sentimos una murga porteña. Eso sí, somos una murga rebelde”.

De aquel 1997, cuando eran un coro y subían al escenario gracias a los préstamos de El Grupo Catalinas Sur, de la Boca, a este presente en el que llevan adelante un corso que es toda una referencia barrial de Almagro, en la calle Lambaré, donde funciona la radio que los apadrina: FM La Tribu. “Hacer el corso es recibir esa fiesta popular y callejera en nuestro barrio. Y allí todos hacemos todo. Es un trabajo muy comunitario. No hay nadie que no tenga una tarea para hacer. Es un corso diferente. El carnaval, en su sonoridad, tiene que tener diversidad. Y por eso no sólo pasan murgas, sino también comparsas de candombe, y hay espacio para el tango o la cumbia. Y sillas para sentarse, porque hay vecinos que tienen sus años y no pueden estar cuatro horas parados. Así como los niños disfrutan de la espuma, los grandes también tienen que tener su espacio”, explica Zulema, directora durante 15 años y hoy vestuarista de un equipo conformado por medio centenar de personas.

“Estamos convencidos de que esta fiesta del carnaval es constructora de conciencia social. Pero desde la práctica, más allá de las teorías. Entonces en La Redoblona nadie hace su propia galera, sino que hacemos las galeras de todos. Y lo mismo con las zapatillas y los trajes. Además es algo cultural, le vamos enseñando a los más chicos qué significa el traje. Como te cambia estar disfrazado, pintado, ser otro. Cuando el murguista se viste con los colores de la Redoblona no es la persona que sale a la calle todos los días; es un murguista plural de la Redoblona”.

Si bien el año pasado el puntaje del jurado hizo que este 2017 los encuentre en la categoría A del circuito oficial de murgas porteño, La Redoblona siempre armó sus espectáculos ignorando los cánones tradicionales. “Nosotros creemos que somos como las murgas antiguas. Antes las murgas cambiaban los vestuarios todos los años, tenían temáticas, criticaban con parodias al poder. Nosotros rompemos el esquema, rompemos el molde. Es más, trabajamos para eso. Si hay algo que nos gusta, lo hacemos. No pensamos qué van a decir. No miramos si entramos o no en el reglamento o si perdemos puntos”, dice, con orgullo, Paola.

Con la música de “Todo el mundo está feliz” de Xuxa:

La gente blanca

y algún negrito

están contentos con mirar nuestra alegría

Están a oscuras, pasando frío

Pero nosotros contagiamos energía

Algo especial tiene esta murga, algo que se percibe viendo sus espectáculos, que todos los años cambian y que tienen una temática determinada. En años anteriores hicieron homenajes a la niñez o al circo criollo, criticaron a los medios de comunicación o se metieron con cuestiones que atraviesan a la sociedad como los miedos o el reciclado. Pero ese algo especial también se percibe abajo del escenario, en la cotidianeidad y hablando con sus integrantes.

Guchi, director de coros y arreglador, cuenta cómo fue su flechazo: “Yo venía de una murga de estilo uruguayo, de cantarle y escribirle al carnaval, pero tenía ganas de salir a vivirlo en mi ciudad. La Redoblona me conquistó ni bien la vi.  Es un sueño ser parte de La Redoblona, que es una murga distinta, por el maquillaje, la vestimenta y porque siempre trata de ofrecer algo diferente. Por ejemplo este año, mucha gente se emociona y hay corsos en los que nos ovacionan cuando le cantamos al Ni una menos o recordamos a Fidel. Muchos nos agradecen porque transformamos en humor cosas que nos viene angustiando a todos, como por ejemplo este gobierno que es para pocos y nos toma el pelo todos los días”.

Llegó un nuevo año, lleno de empleo

para los gendarmes y para los ceos.

Reprimen mapuches, también manteros…

!Matenlós a todos y habrá pobreza cero!

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